Como tiernas babosas de la campiña
ella y él se enroscaron húmedamente, húmedamente
y el dejó de ser hombre como ella niña
para ser uno solo completamente, completamente..
Desde todos los puntos que los juntaban
se saborearon tanto y con tal delicia
que las horas de vida que les quedaban
decidieron pasarlas en la caricia.
A menos de un suspiro del tibio abrazo
el resto de la historia se debatía
en átomos, galaxias y otros acasos
encontraron certeza justo aquel día
encontraron certeza justo aquel día..
Y se hicieron leyenda los dos amantes
enroscados eterna y húmedamente y húmedamente
nada pudo tocarlos detrás de guantes
solo pueden saberlo los igualmente, los igualmente
los igualmente...
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Dice un pajarito...