Se desnuda la noche
del fulgor y de sus bríos
Se ha desarmado
de la luz como del llanto
ensordece ahora
la intensidad del silencio,
ahora que enmudeció
por completo el paraíso
cae sobre todo
el dolor,
cae la penumbra.
¡qué calamidad
que seas tú!
-y eres tú-
sombra del cielo!
por quien cerrar los ojos
es
abrazar la oscuridad
es
asfixiar la calma
es
besar al silencio
la noche es hoy un manto
despojado de destellos
donde dormida
la luna yace
entre harapos grises
de nubes muertas
y el corazón lacerado
al borde del desquicio.
eres, pues, hombre,
un misterio.
[ayer] polvo cósmico y estrella
[hoy] ceniza,
que abandona
el abrazo del fuego.
MF
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